EL SISTEMA DE DETERMINACIÓN DE SEXO EN LAS ABEJAS
Haplodiploidía es el nombre que se da al sistema de determinación del sexo de
los himenópteros
- un orden de insectos que comprende a las abejas, abejorros, avispas y hormigas,
entre otros.
En este sistema el
sexo está determinado por el número de juegos de cromosomas que
un individuo recibe. El individuo
que nace de la combinación de un esperma y un óvulo es una hembra (tanto las obreras como las reinas) que
reciben la mitad de sus cromosomas de la madre y la otra mitad del padre; en cambio un huevo no
fertilizado resulta en un macho – un zángano – que no tiene padre porque recibe
todo su material genético de la reina madre. Así el macho tiene la mitad del
número de cromosomas (16) que la hembra (32)→ el macho es haploide, mientras que la hembra es diploide. Además, los machos
producen esperma con un juego cromosomas que es el único que poseen, es decir
que no tiene lugar la meiosis. Es por eso que todos los espermatozoides son
genéticamente idénticos a menos que ocurra una mutación.
Resumiendo:
- Huevo fertilizado → abeja hembra (reina o obrera).
- Huevo no fertilizado → abeja macho (zángano).
Además, en las abejas melíferas, el sexo también depende de un gen especial llamado csd (complementary sex determiner):
- Si una abeja recibe dos versiones diferentes (alelos) del gen csd, se convierte en hembra.
- Si recibe una sola versión (porque es haploide) o dos versiones idénticas (por cruce entre parientes cercanos), se convierte en macho.
- Si tiene dos versiones idénticas, normalmente es un macho no viable (es destruido por las obreras).
Como
consecuencia de este hecho, las obreras (hembras) comparten el 75 % de
sus genes entre sí (más que entre una madre y un hijo), lo cual favorece la
cooperación social en las colonias; y sus machos solo transmiten su ADN a sus
hijas (nunca a otros machos).
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